7 Consejos que te ayudarán a terminar con los famosos gastos hormiga

¿Estás intentando ahorrar, administrar tu sueldo o simplemente mejorar tus finanzas personales, pero por más que intentas no puedes hacer rendir tus ingresos? Posiblemente se trata de una fuga de dinero que no estés visualizando, nos referimos a los famosos gastos hormiga. Así que en este artículo te ayudaremos a entenderlos, identificarlos y por supuesto evitarlos para que logres tus metas financieras.

Comencemos por el principio, ¿qué son los gastos hormiga?

Los gastos hormiga son montos pequeños que utilizamos constantemente y que sentimos que no no repercuten en nuestro presupuesto por ser solo “unos cuantos pesitos” pero que en realidad, tienen un alto impacto en las finanzas personales o familiares. Se trata de esas compras frecuentes de cosas que en realidad no necesitas.

Y es que nuestro principal error está en creer que solo aquellos gastos grandes como la renta, la luz o el pago de tarjeta son los más significativos. Cuando la realidad es que son los pequeños gastos diarios los que podrían estar afectando tu bolsillo.

¿Cuáles son los gastos hormiga más comunes?

• Los antojitos de la tienda
• El café carísimo que compras todos los días
• Comer en restaurantes o fuera de casa
• Tarifas adicionales en servicios básicos
• Suscripciones que no utilizas
• Pequeños vicios como el cigarro, los dulces, las compras compulsivas

¿Cómo podemos identificar los gastos hormiga? ¿Qué los caracteriza?

Montos pequeños: los gastos hormiga son cantidades pequeñitas de dinero que normalmente no logramos percibir fácilmente de lo diminutos que creemos que son.

Parecen no ser importantes: estos gastos, al ser tan pequeños como el gasto de un chicle de 3 pesos hace que nos olvidemos de ellos y pasen desapercibidos en nuestro presupuesto.

Son periódicos: normalmente estos gastos son frecuentes, y es ahí donde inicia el problema, porque como dice el dicho “De poquito en poquito, se va llenando el jarrito”.

No están planificados o previstos en tu presupuesto: normalmente, los gastos hormiga no están considerados en nuestro presupuesto, porque la mayoría de ellos son comprados por impulso.

Y bueno, ahora que tenemos claro que son los gastos hormiga y lo perjudiciales que pueden llegar a ser para nuestra vida financiera si no los controlamos, es momento de aprender a deshacernos de ellos con los siguientes 7 consejos.

1. Identifica y contabiliza, aquellos gastos que consideres pequeños pero recurrentes en tu día a día, de esta manera lograrás ver la cantidad que realmente ocupas en estos “pequeños” pero sustanciosos gastos.
2. Establece un monto mensual destinado exclusivamente a tus gastos hormiga, pero ojo no te excedas, para eso justamente es el presupuesto, ya que, si tu plan es ahorrar, te aseguro que no lo lograrás si te la vives justificando o consecuentando tus gastos hormiga.
3. Elabora un presupuesto, mensual o quincenal, dependiendo de tus ingresos, este te permitirá saber cuánto dinero puedes gastar y cuánto debes ahorrar.
4. Lleva tus propios antojos a la oficina, así no tendrás que gastar todos los días en ese café que tanto te gusta, en esos snacks o golosinas que implican una hormiguita peligrosa para tu bolsillo.
5. Cancela las suscripciones innecesarias, si eres de lo que tiene Netflix, Amazon Prime, Disney Plus y todas las plataformas de streaming existentes y ni siquiera tienes tiempo para verlas, es momento de cancelar, ya que no tiene sentido que pagues por algo que no utilizas.
6. Antes de ir al supermercado, realiza una lista, de esa manera comprarás sólo lo que verdaderamente necesitas.
7. Evita comer fuera de casa, por supuesto que de vez en cuando se vale un antojito, pero si tu propósito es ahorrar, tendrás que hacer un esfuerzo para evitarlos y cocinar más en casa.

Por último, recuerda que si tienes el propósito de ahorrar, ya sea para viajar, emprender un negocio o comprarte un auto, es necesario que comiences a generar un cambio verdadero en la administración de tus ingresos, incluyendo los pequeños pero enfadosos gastos hormiga.

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