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Consejos para pedir un préstamo personal

Comprarse un coche, hacer una reforma en el hogar, o financiar unos estudios son algunos de los motivos principales para pedir un préstamo personal. No obstante, para que puedas adquirir este producto financiero es importante cumplir con una serie de requisitos como por ejemplo, tener un contrato de trabajo o demostrar solvencia económica suficiente. Además, tener en cuenta otros aspectos, como por ejemplo el tipo de comisiones o intereses que pide el banco, puede ayudar a que este producto financiero no salga más caro de lo esperado.

Por esto, es muy importante seguir algunos pasos básicos para que tu crédito se vuelva una herramienta que te ayude a tu planeación financiera y no un peso que después no querrás cargar. Para que tu préstamo personal sea más sencillo, estos son nuestros consejos:

No pidas más dinero del que necesitas

Hace unos años, al solicitar un préstamo era frecuente que el banco te ofreciera una cantidad mayor a la que solicitabas. De esta forma, si el motivo inicial para pedirlo era cambiar la cocina de tu casa, finalmente terminabas queriendo remodelar también el baño, o comprando muebles nuevos. En la actualidad, la situación económica ha hecho que esta tendencia cambie, tanto por parte de los bancos o entidades financieras, como de los clientes. Los primeros ya no conceden préstamos tan a la ligera, y los segundos solicitan únicamente el dinero que necesitan para cubrir un fin concreto.

Y es que como es lógico, las entidades no prestan dinero de manera altruista. Cuando pides un préstamo tendrás que devolver el dinero que te han prestado, junto con los intereses, comisiones, etc., lo que hará que la suma total a adeudar sea considerablemente superior a la que te prestaron. Por ello, al pedir un préstamo ajusta al máximo la cantidad que quieres solicitar y evitarás pagar más intereses por él.

Devuélvelo lo antes posible

Cuando la entidad con la que contratas un préstamo te pregunta en cuánto tiempo quieres devolverlo, intenta que éste sea el menor posible. Debes tener en cuenta tus ingresos y asegurarte de que es una cuota que podrás asumir periódicamente. Tras ello, haz cálculos e intenta ajustar el plazo de amortización todo lo que puedas ya que cuanto más tiempo tardes en devolverlo, menos seguridad tendrá el banco y mayores serán los intereses. De hecho, este es uno de los factores que más encarece el precio de los préstamos. Por el contrario, si pagas cuotas de un importe mayor, en un plazo de tiempo menor, amortizarás el préstamo antes y te resultará más económico.

No te retrases en los pagos

Cuando contratas un préstamo personal, es muy importante que abones las cuotas en el plazo que hayas fijado con la entidad, sin retrasarte un solo día. Si cumples con el pago más tarde de lo que contempla el contrato, la entidad podrá penalizarte aplicando intereses de demora, que suelen ser mucho más elevados que los intereses ordinarios. Si esta situación se repite, o dejas de pagar alguna mensualidad, tu deuda no desaparecerá, sino que se incrementará y dependiendo el tipo de préstamo personal, garantizado o no garantizado, podrían llegar a embargar tus bienes o cuotas bancarias, además de que obtendrás una calificación negativa en el buró de crédito y será muy difícil, sino imposible, volver a tener acceso a algún producto financiero. Por ello, antes de pedir un préstamo asegúrate de que puedes hacer frente al pago del mismo y sobre todo, cumple con los pagos en el plazo previsto.

Justifica el gasto

Cuando pides un préstamo, la mayoría de entidades te preguntarán en qué pretendes invertir dicho dinero, ya que es una información que les proporciona cierta seguridad. No es lo mismo que quieras un préstamo para saldar deudas anteriores, que para comprar un coche. Por ello, la mayoría de entidades ofrecen préstamos específicos para la financiación de un fin en concreto, por ejemplo la compra de un vehículo, las reformas del hogar, los estudios, etc., y estos productos cuentan con unas condiciones y ventajas específicas, destinadas directamente al bien que se está adquiriendo. No obstante, para que el banco te conceda esos beneficios deberás acreditar con los documentos correspondientes que el fin del préstamo es realmente el que has indicado. Existen otras entidades financieras y productos, como los préstamos personales en línea, en los que no es necesario acreditar el motivo de tu solicitud con algún documento, pero siempre será importante que este corresponda con el resto de la información que sí será necesario comprobar.

Analiza todas tus opciones

Cuando solicitas un préstamo, dependiendo la entidad financiera, suelen tardar unos días en confirmar que eres apto para prestarte dinero. Para ello te pedirán que aportes garantías que demuestren que puedes devolverlo. Si eres trabajador por cuenta ajena, lo más común es que te soliciten tu nómina, que debe ser de ingresos suficientes, y tu contrato de trabajo, que pueden exigir que sea de carácter indefinido. Si eres autónomo también tendrás que demostrar solvencia económica a través de facturas, extractos bancarios u otro tipo de documentos.

No obstante, existen algunas entidades que ofrecen “dinero fácil” y sin necesidad de aportar garantías de pago. Debes tener cuidado con éste tipo de préstamos, ya que podrían cobrarte unos intereses o comisiones más elevadas que el resto de entidades. Actualmente existen nuevas opciones que te ofrecen préstamos personales en línea, rápidos y seguros, para que en menos de quince minutos cuentes con tu préstamo solicitado. En estos casos es importante que verifiques que formen parte de asociaciones que regulan a las entidades financieras, tales como la ANFE o el Buró de Entidades Financieras, para que tengas la certeza de que es confiable solicitar un préstamo personal por esta vía.

Fíjate en las comisiones

Al contratar un préstamo no sólo tienes que fijarte en los intereses que te van a cobrar, sino que también existen otras condiciones que pueden hacer que tu préstamo se encarezca. Así, cuando pides un crédito o un préstamo, muchas entidades pueden exigirte que contrates determinados productos como seguros o tarjetas, o cobrarte ciertas comisiones que pueden hacer que el producto cueste mucho más caro de lo que parecía si sólo tenías en cuenta los intereses.

Por ello, cuando vas a contratar un préstamo fíjate en la TAE (Tasa Anual Equivalente), que es la que engloba el coste total del préstamo, incluyendo comisiones, intereses, gastos y comisiones. También es importante que antes de solicitar tu préstamo revises que no haya penalizaciones por pagar tu préstamo antes del plazo determinado, pues es una de las comisiones que más intereses terminan haciéndote pagar, pues te obligan a tener contratos más largos de lo que en realidad necesitas. Por eso mismo, también verifica que los plazos se adapten a tu necesidad. Actualmente hay entidades financieras que ofrecen préstamos a corto plazo, de 7 a 30 días, que pueden ser una muy buena opción para ti.

Siguiendo estos simples consejos podrás sacarle el mayor provecho a tu préstamo personal, de forma que se convierta en un aliado para que tu historial crediticio sea sano y cada vez puedas tener acceso a más y mejores beneficios financieros.

Etiquetas: FINANZAS,AHORRO DINERO

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