5 hábitos financieros que toda mamá debe enseñar a sus hijos

Tiempo de lectura: 5 min

Actualizar: 30 Abr 2025

Generalmente en la familia aprendemos las primeras lecciones financieras de nuestra vida, las más importantes o las que definen nuestro acercamiento con el dinero.

Pero mamá es para muchos el mayor referente de cómo organizarnos y salir adelante de muchos problemas, incluidos los que tienen qué ver con el dinero.

Si eres mamá o planeas serlo, revisa estas recomendaciones para enseñar a tus hijos a cimentar una vida financiera más saludable desde el inicio.

¿Cómo empezar a hablar de dinero con tus hijos?

Lo recomendable es hablar a los niños desde pequeños y con naturalidad del tema financiero, desde lo más básico: qué es y para qué sirve, hasta poco a poco incluir conceptos más complejos como “la magia” del interés, o lo bueno de “planear”.

Un buen comienzo es hablar del dinero desde los 3 a los 8 años en un tono de juego y aprendizaje. A esa edad, los niños aprenden mediante el ejemplo y dinámicas lúdicas.

Algunas recomendaciones para empezar a introducir el tema financiero con los niños:

• Jueguen al dinero como medio de intercambio. Por ejemplo, explica que “el dinero sirve para comprar las cosas que necesitamos o queremos”.
• Enseña la diferencia entre deseos y necesidades: “¿Esto es algo que necesitamos o que queremos?”
• Usa una alcancía (ideal que sea transparente). Así ven crecer sus ahorros y entienden la idea de juntar monedas para conseguir algo.
• Deja que usen pequeñas cantidades para hacer elecciones básicas y comiencen a practicar decisiones financieras.
• Muestra buenos hábitos frente a ellos. Si te ven ahorrar, planificar y hablar del dinero sin angustia, lo harán parte de la rutina.

Qué hábitos financieros mamá debe enseñar a sus hijos

Hablar tranquilamente del dinero es uno de los mejores legados que mamá puede dejar a sus hijos. Una vez que empezaste con las recomendaciones anteriores, están listos para aprender de ti estos 5 hábitos esenciales del dinero:

Responsabilidad financiera: ¿Trajiste tu dinero?

Dales una cantidad simbólica de dinero a tus hijos. Ya sea una “mesada” semanal o “pagarle un sueldo” algo por ayudar en tareas domésticas, incluso si no necesitan dinero porque salen contigo. Enséñales la responsabilidad de llevar dinero y administrarlo.

Entregarles dinero y relativa libertad de usarlo les enseñará el poder del ahorro y te dará como mamá la capacidad de responderles a cada petición suya con una pregunta mágica: “¿Trajiste tu dinero?”. Luego diles que se trata de una ocasión especial que está bien si tú la financias, pero que él o ella poco a poco pueden ir ahorrando para su propios gustos futuros.

Organización: Ahorrar antes de gastar

Motívalos a guardar una parte de cualquier dinero que reciban y organizar ese dinero según un plan; por ejemplo “acomodarlo” en categorías: alcancía (ahorro) y gasto, e inversión – conforme vayan creciendo-.

Los niños pueden generar mucho estrés si notan que sus padres no tienen un ahorro ni un presupuesto para los gastos de la casa, o si ven que despilfarran a veces y otras ocasiones no hay dinero para nada. Enséñales los básicos (ahorro, gasto) con tu ejemplo de previsión.

El valor de los errores y la gratificación

Darles una pequeña parte de dinero a tus hijos para que aprendan y ensayen según sus propias decisiones es vital. Evita sobre estresarlos, recuérdales que el dinero puede y debe hacerles la vida más divertida, si lo saben administrar. Si permites tanto gastos como diversión, ayudarás al niño a presupuestar ambas cosas.

¡También dales libertad para tomar malas decisiones ahora!, así aprenderán antes las siguientes etapas de su desarrollo. Todos nos equivocamos y los pequeños errores de su infancia tienen un bajo costo, además les permiten aprender sin grandes consecuencias.

Entender la banca

Mamá no será un cajero automático eterno. Háblales de las instituciones que existen para “guardar” el dinero y “hacerlo crecer”. Explícales de cómo es la magia de obtener intereses y si tiene la edad mínima, pueden abrir una cuenta bancaria juvenil para familiarizarse con el sistema financiero. Si te ven usando una tarjeta de plástico para pagar, invítalos a aprender responsablemente cómo se usa.

No todo es dinero

Refuerza en tus hijos la idea de que el dinero es una herramienta, no un fin en sí mismo. Háblales de generosidad, propósito y responsabilidad social.

Anímalos a pensar en obras de caridad o actos de ayuda, y a destinar parte de su dinero a ello, recuérdales que su felicidad no debería estar en la tensión financiera, si logra equilibrar el dinero como una parte más de su día a día.